La mayoría de imágenes publicadas en este blog, son tomadas de la red o internet, si alguno cree que le violo sus derechos de autor, avisarme por comentario y la eliminaré inmediatamente...

lunes, 29 de febrero de 2016

Bufón de la nada


A la salida del alba, mi aliento, un retruécano de mal gusto;
pues los lamentos respiran a través de la podredumbre
y sollozan tormentas de ergástula entre mi sombra.

viernes, 26 de febrero de 2016

Niño perfecto


Miguelín, Miguelón,
duendecillo de alcanfor,
musita de sol en sol
los mensajes del ventarrón.

Él nunca corta flores,
ni pisa ninguna hoja;
pues sabe que cada flor es una diosa
y sus lágrimas son las hojas. 

Cada día, cada mañana,
se viste de verde cartero
y entrega lo que les corresponde
a los viejos árboles por derecho.

¡Ah, que Miguelín tan eficiente!
Llega a tiempo, llega sin aliento,
pero les hace compañía a los insectos,
mientras recoge lágrimas en un cesto.

jueves, 25 de febrero de 2016

Ganzúa del alma


Hay escapatoria por la puerta de atrás.
Mas la saudade prefiere entrar y salir por la puerta principal.

miércoles, 24 de febrero de 2016

Tragedia sin país

Imagen tomada de la red

El charco cierra los ojos al llegar la noche.
La luna se mueve con su vestido hecho de niebla y porcelana;
entre la ternura de una hoja borda lágrimas un sapillo,
sonríe en contraposición con el rastro de un pétalo sin alma.
─Nunca están demás las trombas en el pómulo agazapado del frío.
Cada día es una noche que anda en silla de ruedas, las sombras porfían,
el espejo con longevidad se abre paso a través de un pozo lleno con risas ocultas.
Comienzo a creer en la muerte meditada de la brújula, ya no hay espacio,
ni para seguirte besando, pues el polvo ha convertido a tus labios en una nueva tragedia.

martes, 23 de febrero de 2016

Día sin número


Puede que descarte las abominables alegorías del tizne,
mas no las palabras escogidas de entre la piel del charco.
Caminamos entre el cadáver multicolor del melodrama,
escribimos en las enaguas de la hojarasca encarnada en las sombras.
No me importan los etcéteras del espejo, ni tampoco el tartamudeo de las cloacas;
importa, nada más la voz susurrante de las campánulas. Vos, frente a la ergástula.
Aquí, no necesito de un líder que dirija los cisnes hacia mis páginas.
(Se acerca el consumismo por la retaguardia de los turbados,
gangrena oscura impuesta por el sistema y sus abismos.)
Dime, ¿dónde cabe la bisutería del arcoíris dibujado tras un disfraz?
─Hay moscardones en el corazón ebrio de los quirópteros.