Yo canto a los niños,
a los niños que cantaban
y elevaban sus sueños
junto a sus piscuchas de cielo.
Yo canto a los niños,
a los niños que cantaban;
ellos corrían entre los pastos,
pastos que nunca desaparecieron.
(El pasto sigue dentro de ti,
escondido como jazmín;
hoy juega a ser invisible
y espera a que juegues con él.)
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