La flor cósmica del loto se ha
abierto. Los pájaros arden bajo el sexo del rocío,
una brecha se abre entre el
mausoleo roto de una lechuza sin esperanza,
¡qué más quisiera! La ergástula
espera al otro lado, un niño palpita como arándano,
azules espejos se quiebran tras
el llanto inhóspito de uno de los vagones.
¿Escuchas la triste canción de la
isla flotante? Pedazos de peces caen como frutos,
frutos de un cielo partido en dos por la espada transversal del tirano.
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