I
Manipulé los rayos de
luz de la piedra.
Desvié los aullidos
del silencio hacia el desierto
y cerqué el rostro
envejecido de los astros.
II
Salí de la penumbra y
caí sobre mi piel,
arrojé el llanto al
pantano más próximo
y nacieron peces
tristes con maquillaje fosforescente.
III
Envolví a la muerte
con un puñado de escarabajos,
luego dije que ya era
hora
y vi cómo el espejo
duplicaba el relámpago.
IV
Ahora entiendo el por
qué los niños lloran,
entiendo el por qué
los gatos maúllan,
entiendo... el por qué las estrellas caen.
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