En su pecho aloja dos panales de miel.
En sus ojos se apilan plenilunios de líquidas
sombras.
Una mujer cuyo rostro es un rostro en el
rostro,
una flor rodeada de espinas hasta sus pétalos,
una mujer cuya arma es su lengua
y su vida un hexágono donde florece el insomnio.
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