Yo conocí a cierto niño
que tenía incontables delirios.
Él quería ser como pájaro
o transformarse en un bello Pegaso.
Revoloteo tras revoloteo,
─poco a poco─
sin saberlo se acercaba al cielo.
Hasta que cierto día,
surgió del cielo un enorme destello
y cubrió por completo
los delirios de aquel niño ciego.
Desde ese momento,
el niño ya no volvió a ser el mismo;
ahora surca por toda la selva
y protege a los pájaros de la bestia.
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